Ser propietario de una casa puede ser motivo de alegría y generar un inmenso orgullo y una sensación de logro. Pero no mentiremos; Para lograr esa sensación de felicidad a veces es necesario volver a pintar el techo de la cocina. O reparar una fuga en el tubo de desagüe de la ducha. O cambiar las baterías de la alarma contra incendios ubicadas en la parte superior de los altos techos estilo catedral. Prácticamente todos los propietarios de viviendas tienen una tarea de mantenimiento del hogar que intentan posponer el mayor tiempo posible, o buscar a otra persona que la haga en su lugar. Acá algunas de las tareas más temidas.

1. Reparación de plomería o desastres relacionados con el agua

Muchos propietarios prefieren hacer cualquier cosa que lidiar con problemas de plomería. Los propietarios temen con frecuencia reparar calentadores de agua, inodoros, fugas y más.



2. Limpieza o sustitución de la tubería de alcantarillado

La eliminación de aguas residuales a través de una tubería de alcantarillado, también conocida como "línea de alcantarillado", también era ampliamente despreciada entre los propietarios.

3. Pintar​ aquellas zonas de difícil acceso

Desde el trabajo de preparación hasta el acabado de las molduras interiores, pintar es otra tarea de mantenimiento que a los propietarios les encanta odiar, y los exteriores son generalmente más difíciles que los interiores, es decir, dependiendo de lo que estés pintando. Cualquiera que haya pintado un techo alguna vez puede identificarse.

4. Mantenimiento del jardín

A los compradores de viviendas les encantan los jardines verdes y exuberantes. Pero no es hasta que se convierte en propietario de una vivienda que se da cuenta del arduo trabajo que puede implicar mantenerla así. Cortar, sembrar, rastrillar, recortar y desherbar repetidamente puede pasarle factura al jardinero más dedicado.



5. Cualquier cosa que involucre una escalera

Muchos propietarios temen con razón las escaleras debido al importante riesgo de caerse de ellas.