Rosario Guadalupe Ponce Hurtado es responsable del área de Autorización de Licencias en Impulsa Aguascalientes. Su eficiencia, forma de trabajo y no aceptar un "no" por respuesta la han llevado a obtener importantes logros dentro de Impulsa, entre ellos, reducir el tiempo en las autorizaciones.

Llegó a la sede de Aguascalientes en 2020, en plena pandemia. Desde ese momento demostró una gran capacidad, liderazgo e iniciativa, pues trabajó eficientemente en la búsqueda de información de los proyectos arquitectónicos.

"Era la primera en la plaza de El Bajío en el área de Proyectos. Mi trabajo consistía en revisar los proyectos, que se encontrara la información correcta a ejecutar en obra", destaca.

Así se logran acercamientos profesionales

Para la autorización de las licencias, Rosario visitaba las correspondientes áreas de gobierno. Los primeros desafíos consistían en darse a conocer y generar una relación profesional más estrecha.

"Combatía los 'no' en algunas instituciones, lo hacía por mi trabajo, pero también lo hacía por mí; no me podía permitir que se frenara mi desempeño poniéndome límites. A fin de cuentas, yo decido qué me limita, entonces, todo se trataba de ver el cómo sí y de demostrar a mis jefes y a las áreas de gobierno que sí podía".

-       ¿Cómo se logra el "sí"?

- Talachándole. Por ejemplo, al principio, cuando llevaba algún proyecto a revisión para la autorización de alguna licencia, y encontraba un "no", o bien, el analista no revisaba el proyecto, o me decían que no tenían tiempo para hacerlo; les decía que podía esperarlos, o les preguntaba cómo avanzar, o bien, ofrecía mi ayuda:

- "Explícame para entender".

- "¿En qué puedo ayudar?".

- "¿Quieres que te ayude a revisar algo?".

- "¿Quieres que lo veamos juntos?".

- "¿Qué otros documentos puedo traer para la autorización?".

Esta dinámica obtuvo buenos resultados para Rosario. Poco a poco logró más acercamiento y una mejor relación profesional con las oficinas gubernamentales, e incluso un reconocimiento a su trabajo y los proyectos que presentaba, pues cada uno cumplía con lo establecido.

"Esto fue un logro personal, y en su momento mi jefe me reconoció esto, sobre todo porque llegó el punto en que agilizaron la revisión de los proyectos porque tenían la certeza de que están bien elaborados, que les entregamos calidad. A fin de cuentas, no es sólo el nombre de la empresa, sino también mi nombre como profesionista", comenta.

Los límites son para vencerse

En su mensaje para otras mujeres, Rosario Ponce convoca a pensar en grande, olvidar las limitantes, e impedir a otros implantar esas barreras en la mente.

"Creo que los límites femeninos están solamente en nuestra cabeza. Todo consta de ser resiliente y muy, muy constantes", expresa. "Los límites solo son momentos en nuestra cabeza, no importa la edad, el género; si lo quieres, lo vas a conseguir. Habrá días no muy buenos, o que incluso, te quieran hacer menos. Me pasó en gobierno, me veían muy joven y no me tomaban en serio; encontraba gente que no me volteaba a ver a los ojos. Pero somos cientos de mujeres ya en este giro. La clave es no rendirse".

"Yo tenía que dar la cara, no puedo decir a mis superiores: no me volteó a ver a los ojos, o no me hizo caso, porque esa no es una respuesta. Yo no me rendí y la forma en la que logré no paralizarme, fue tomando el miedo de la mano y decirle: ah, ¿no te vas, miedo?, pues te vas conmigo. Se trata de hacer las cosas aún con miedo, pero hacerlas. Mi consejo es no rendirse, demostrarnos a nosotras mismas que podemos. Esto aplica para todas las áreas de la vida", convoca.