Una hipoteca es un préstamo que se obtiene sobre un terreno o un bien inmueble cuando no se tiene todo el efectivo disponible para comprarlo, mejorarlo o mantenerlo por su cuenta. Un banco u otra institución financiera te prestará el dinero con la condición de que pagues la cantidad prestada en un número determinado de años y también pagues intereses sobre la cantidad prestada durante ese tiempo.

¿Cómo funciona una hipoteca?

Una hipoteca funciona utilizando la propiedad como garantía del préstamo. Como comprador de vivienda, tú pagas el pago inicial por adelantado de la casa . El prestamista paga la diferencia entre el pago inicial y el precio total de venta de la vivienda. Una hipoteca brinda a muchas personas el apoyo financiero que necesitan para poder pagar una casa y convertirse en propietarios. A continuación se ofrece una descripción general del proceso de préstamo hipotecario.

1. Decide si deseas obtener una aprobación previa primero: si bien una aprobación previa es opcional y no es necesaria para que se te apruebe una hipoteca, puede ayudarte a determinar el monto del préstamo para el que puedes calificar y también mostrarle a los vendedores que eres un comprador serio.

2. Solicita una hipoteca: cuando solicitas una hipoteca , el prestamista probablemente comenzará a utilizar un sistema de suscripción automatizado para observar tu puntaje crediticio, ingresos, activos y deudas para asegurarse de que es probable que pagues la hipoteca. Antes de aprobar oficialmente tu préstamo, el departamento de suscripción del prestamista puede requerir más información sobre la propiedad que estás comprando, como su valor de tasación .

3. Recibe la aprobación de un préstamo: si se aprueba tu hipoteca, recibirás un compromiso por escrito del prestamista, que documentará los términos del préstamo y su acuerdo hipotecario. En este momento, puedes revisar los costos hipotecarios esperados y las condiciones que debes cumplir antes del cierre.

4. Completa el proceso de cierre: al contratar una hipoteca, deberás firmar un pagaré y un instrumento de garantía en el momento del cierre. Estos documentos muestran que reconoces que existe una deuda y prometes pagar el monto prestado con intereses en un período de tiempo determinado , generalmente dentro de los 15 a 30 años posteriores a la fecha de inicio del préstamo.

5. Realiza pagos a tiempo: deberás realizar pagos hipotecarios recurrentes hasta que el préstamo se pague en su totalidad. Si bien, técnicamente tú eres propietario de la casa durante este tiempo, tener una hipoteca significa que tu prestamista también tiene un interés en la propiedad. Si no logras mantenerte al día con tus pagos, la hipoteca le da al prestamista el derecho de tomar posesión de la vivienda y venderla para recuperar la deuda mediante un proceso llamado ejecución hipotecaria.