Javier Espinosa tiene 83 años. Llegó a Impulsa hace siete con una vasta experiencia en ventas, luego de haber trabajado con grandes marcas en diversos rubros dentro y fuera de Sinaloa. Pero sobre todo, aportando su empatía con el cliente.

Ingresó como asesor de ventas donde sostuvo un buen récord. Destacaba su trato y servicio al cliente, uno de los principales ejes de la empresa: que nuestras y nuestros clientes superen sus expectativas y experiencia de compra.



“Para ser un buen vendedor lo más importante es tener confianza en uno mismo, ser honesto, sincero, desarrollar mucha práctica, tener metas claras y mantenerse en constante actualización”, enumera.

Cada tipo de venta es diferente, añade, como lo es cada cliente, por ello considera que la empatía con este último es básica para conocer sus necesidades.

La pandemia por Covid-19 representaba un riesgo para la población en general, más aún para la tercera edad, por lo que Impulsa determinó una nueva misión para Javier Espinosa, en la que seguiría aprovechando su conocimiento.

Así, Jorge Quiroz, director comercial de Impulsa Inmuebles, ofreció al asesor una nueva responsabilidad en el área de Orden y Limpieza en Culiacán y Altata, Navolato.

“Creo que este cargo me define”, comenta Javier.

En esta nueva área Javier colabora en la supervisión de algunos inmuebles a entregar, que estos se encuentren en óptimas condiciones de limpieza, lo mismo las áreas verdes y la presentación de los trabajadores.

Los orígenes de Javier Espinosa

A los 12 años, antes de ingresar a la secundaria, su tío y tutor recomendó a Javier que ingresara a un curso de taquimecanografía y puliera su ortografía.

El principal consejo que recibió de él es en referencia al tiempo que dedica al aprendizaje y ocio; la importancia de leer, cultivarse y anticiparse a lo que se espera de él tomando clases particulares.

“Así aprendí de él, un hombre metódico, cuidadoso del orden y de los valores”, explica.

Javier aporta valor a Impulsa

Jorge Quiroz, director Comercial de Impulsa, indica que, como asesor de ventas, Javier siempre se destacó por su compromiso, orden y demostró siempre buenos resultados.

Ahora, con la nueva encomienda, destaca que se ha convertido en los ojos directivos, revisando la imagen urbana, la imagen comercial, y los aspectos no negociables como la vestimenta de los equipos de venta: los uniformes, el estado en que se encuentran las oficinas.

“Javier nos ha aportado mucho valor para que podamos atender rápido y nos ha ayudado a que los grupos de venta se encuentren mucho mejor equipados”, comenta Quiroz.

La diversidad e inclusión fortalecen los equipos de trabajo

Cuando una persona se suma a la compañía, ésta no observa edades, sino perfiles y competencia para desempeñar un trabajo, destaca Jorge Quiroz.



“Si las personas demuestran que son las indicadas para desempeñar el perfil, según las evaluaciones y entrevistas, se les contrata; fue el caso de Javier, cuando fue entrevistado demostró un gran compromiso, alta responsabilidad, habilidad en ventas y empatía con los prospectos. No vemos edad, no vemos género, vemos a una persona que puede aportar, perfiles de capacidad, de competencias”.

La diversidad de perfiles: la edad, el género, ayuda a la empresa a enriquecer y complementar los equipos de trabajo.

“Tener personas en diferentes fases de edad nos permite complementar los equipos con visiones diferentes de trabajo, de la vida. Tener gente con edad adulta por su perfil comprometido, aportan una gran experiencia a la compañía, porque han pasado por ‘N’ cantidad de batallas y le dan esa óptica, esa perspectiva y orden”.

“Ese conocimiento acumulado durante toda su vida es importante, se complementa con las nuevas tecnologías que manejan los muchachos, el atrevimiento de los jóvenes se complementa con esta serenidad, compromiso y experiencia”.