Si eres de las personas que aman la tranquilidad que evoca el mar, leer un buen libro, disfrutar del simple aroma a tierra mojada y ver por la ventana mientras llueve, probablemente lo que esperas al llegar a casa después de un día pesado, es paz. Poder estar en silencio, acurrucarte en cama sin la necesidad de tener que resolver un problema, o recoger el caos total que hay en casa.
Sin embargo, sabemos que la realidad es otra. Cuando se vive en familia, sobre todo si es una familia grande, el poder permanecer en paz siempre, es imposible, no faltan las peleas entre hermanos, el dejar las cosas fuera del lugar al que pertenecen, distintos géneros de música sonando a la vez, quejas, etc.
El problema real no es cada una de las actitudes que se toman o actividades que quisiéramos que se hagan o dejen de hacer, sino la frustración que causa lo mucho que intentamos cambiar algo que se sale de nuestro control. Para las personas perfeccionistas esto pudiera ser un poco complicado, pero el primer paso de la solución, es aprender a identificar aquello que no podemos cambiar, o al menos no de la noche a la mañana.
Una vez identifiquemos aquello que simplemente se sale de nuestras manos, podemos enfocarnos en el siguiente punto. Cada estímulo al cual somos expuestos, ya sea de forma visual, auditiva, sensorial, entre otros, provoca una emoción en nosotros, ya sea positiva o negativa. Así que el poder enfocarnos en aquello que sí podemos cambiar en el ambiente en casa, ayudará bastante.
La decoración es un arma poderosa en nuestro subconsciente; debemos saber elegir la combinación de colores y tonalidades correctas; el color es uno de los elementos más importantes cuando se trata de la decoración de interiores. El modo en que percibimos el mundo y cómo nos afecta a nivel emocional, da como resultado también la manera en que actuamos o nos comportamos.
Los colores azul y blanco son los colores de la paz y tranquilidad por excelencia. Provocan concentración, orden, calma e incluso hacen ver un lugar más espacioso, lo cual es otro punto a su favor. También agregar un toque de verde ayudará a sentirse en contacto con la naturaleza y su efecto pudiera llegar a ser más calmante que el color azul.
A su vez, la conocida frase “menos es más”, también puede aplicar aquí. Simplicidad y pureza. En ocasiones el tener cada espacio ocupado por algún objeto decorativo también perjudica y nos da un sentido de incomodidad y caos, por ello es que escoger un estilo minimalista es el ideal para el ambiente que buscamos.
¡Comienza a aplicar estos tips de decoración a tu hogar y verás los resultados no sólo en tu estado de ánimo y tranquilidad, sino en la de los demás miembros de la familia!
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