Tener un jardín exuberante y soleado es un sueño, y si estás dispuesto a esforzarte, lograrlo es totalmente factible, especialmente con la llegada del clima más cálido.

Aquí te dejamos cinco consejos para empezar y crear el patio de tus sueños.

1. Invierte en tu suelo

Es importante prestar atención al suelo, ya que es la base del paisaje. El suelo aporta nutrientes al césped, los árboles, las flores y los arbustos. Si el suelo es malo, las plantas que componen el paisaje no prosperarán.

Si bien puedes tomar una muestra de suelo en cualquier momento, el mejor momento para hacerlo es antes de colocar una sola planta en el suelo.

2. Verifica que la nivelación de tu patio sea la adecuada

La pendiente de un patio influye en la forma en que el agua fluye sobre el suelo y a través de él. Lo ideal es que el patio esté nivelado de modo que toda el agua que cae sobre el techo y el patio se aleje de la casa. Es una mala noticia si ves agua estancada alrededor de los cimientos de tu casa; el agua estancada podría acabar provocando filtraciones en el sótano o daños en los propios cimientos.

Por lo general, debe haber al menos entre cuatro y seis pulgadas de los cimientos que sobresalgan del suelo, y el suelo y la vegetación no deben tocar el costado de la casa. Si hay tierra cerca de la parte superior de los cimientos, toma una pala y muévela unos pies para aumentar la pendiente y alejarla de la casa.

3. Comprende la luz solar de tu patio o jardín.

Estar atento a las etiquetas de las plantas de vivero que te indican la cantidad de sol que necesita una planta. Si una planta no recibe la cantidad adecuada de luz, no sobrevivirá ni prosperará, sin importar lo que hagas. Dicho esto, hay cuatro condiciones generales de luz para las plantas de exterior que verá en esas etiquetas:

• Pleno sol : las plantas necesitan al menos seis horas de sol directo al día.
• Parte del sol : las plantas necesitan entre tres y seis horas de sol directo al día.
• Sombra parcial : las plantas necesitan de tres a seis horas de sol al día, pero necesitan protección del intenso sol del mediodía.
• Sombra total : las plantas necesitan menos de tres horas de sol directo al día.

Familiarízate con las condiciones de luz de tu jardín observándolo a lo largo del día y durante la temporada de crecimiento. Y ten en cuenta que las condiciones de luz cambian a medida que cambian las estaciones.

Una vez que conozcas las condiciones de luz en los distintos lugares de tu jardín, elige plantas que combinen bien.

4. Elige tus árboles sabiamente

Los árboles pueden agregar mucho valor monetario y estético a tu propiedad.

Algunos árboles que pueden agregar valor a una casa son el ciprés calvo, el fresno blanco, el abeto blanco, el arce negro y casi cualquier tipo de roble. Estos árboles son deseables porque son longevos, no ensucian demasiado y resisten las plagas y las tormentas.

Aunque esto puede parecer un proceso complicado, trata de concentrarte en elegir árboles en función de su tamaño maduro, su vida útil, su tasa de crecimiento y su resistencia a enfermedades y tormentas. Asegúrate de que serán un activo para tu jardín durante todo su ciclo de crecimiento y no solo cuando los obtengas. No plantes árboles con ramas débiles o con alta susceptibilidad a plagas, o podrías pagar mucho dinero para que un arborista los corte en cinco años.

5. Compra plantas sanas

Todos hemos tenido la tentación de comprar plantas baratas en la sección de liquidación del vivero o centro de jardinería. Ya sabes, están en oferta: el 50 % están muertas y el 75 % están rebajadas. A menos que tengas mucha mano para la jardinería, aléjate de estas plantas. Quieres un jardín bonito, no un proyecto que te cause dolores de cabeza.